Tal vez donde la física juega su mayor rol en el fútbol es en la aerodinámica asociada al movimiento de la pelota; y no sólo en lo que algunos podrían pensar como es clásico “lanzamiento de proyectiles” que todos aprendemos en el colegio, sino por los efectos que justamente alejan el movimiento de la pelota de este predecible movimiento. Para quienes vieron la primero ronda del Mundial 2010 se habrán dado cuenta de dos “hechos experimentales”: 1. La baja cantidad de goles marcados en esta fase; y 2. La gran cantidad de tiros sobre el arco, desmedidos y desviados. Ambas observaciones no sólo se explican por el posible nerviosismo o ansiedad de los jugadores, sino también por el cuidadoso diseño y estudio científico del balón mundialero: la Jabulani. Aquella pelota que muchos futbolistas han odiado por no comportarse como ellos acostubran en las otras pelotas profesionales, goza de un profundo estudio científico realizado en la Loughborough University del Reino Unido. En ellos, sus propiedades mecánicas (deformaciones y efectos de variaciones térmicas) y por supuesto, aerodinámicas en túneles de viento fueron detalladamente estudiadas.
Todos los que son deportistas profesionales (futbolistas, tenistas, golfistas, etc.) y los no tanto, saben que es posible darle “efecto” a la pelota al golpearla de tal manera que salga dando vueltas sobre si misma (es decir, darle un cierto “espin”) Este “efecto” hace que la pelota curve su trayectoria en el aire, poniendo en problemas hasta al mejor arquero. La explicación fue descrita en 1852 por el físico alemán Gustav Magnus, basada en las variaciones locales de presión alrededor de la pelota, conocido en física de fluidos como “efecto Bernoulli“. Dado que la pelota gira sobre si misma, las velocidades del fluido en lados opuestos de la pelota son distintas. Estas diferencias, producen una diferencia local en la presión lo que se traduce en una fuerza neta lateral que desvía la pelota (ver figura explicativa de más abajo). Un excelente ejemplo de este efecto puesto en práctica se puede apreciar en el gol hecho por Roberto Carlos en el Mundial de Francia 98
http://www.youtube.com/watch?v=cmgx8K1cl_0
El segundo tipo de efecto hidrodinámico presente en el fútbol son los provocados por las turbulencias formadas detrás del balón en movimiento que generan fuerzas de roce, o arrastre (no se bien la traducción de “drag force“). Tras la pelota en movimiento, los flujos de aire deberían recombinarse para formar un bonito “fluido laminar” en el caso de un fluido ideal sin viscosidad. Pero como la realidad difiere de las aproximaciones ideales, detrás de la pelota los flujos laminares no se reconectan inmediatamente, dando paso a turbulencias. Estas turbulencias generan una fuerza de arrastre que se oponen al movimiento. Una de las características de esta fuerza es que depende de la velocidad del cuerpo. Es por esto que hay tiros muy fuertes que repentinamente cambian su trayectoria como “frenando” en el aire, desconcertando a cualquier arquero. Una excelente descripción de un gol como este fue hecha por otros físicos, relatando de una manera muchisima más entretenida que la mía el golazo de Leonel Sanchez contra Rusia en el Mundial de Chile 62 (link al relato cientfico http://www.quepasa.cl/articulo/3_1005_9.html)
REFERENCIAS: http://conexioncausal.wordpress.com/2010/06/28/fisica-en-el-futbol/